Origen del Romanticismo:
El Romanticismo es un movimiento artístico, literario y cultural que tuvo su incio en Inglaterra y Alemania a fines del siglo XVIII, y se extendió a otros países de Europa y las Américas durante la primera mitad del siglo XIX. Marcó una ruptura con la ideología de la Ilustración y el Neoclasicismo.
Si bien hoy el término "romántico" se asocia generalmente con el amor, en el siglo XVII se utilizaba para describir la emoción que despiertan aspectos agrestes y melancólicos de la naturaleza, así como sinónimo de algo increíble e inverosímil.
En el campo literario y artístico de esa época, el adjetivo era antónimo del estilo clásico y grecolatino, como por ejemplo la literatura medieval y barroca.
Algunos críticos consideran Baladas líricas (1798), de Williams Wordsworth y Samuel Coleridge, la primera obra de este movimiento, pero otros mantienen que apareció una década antes con las obras de Robert Burns, William Blake y Mary Wollstonecraft.
Son también importantes figuras en el Romanticismo inglés los escritores John Keats, Percy Byssche Shelley, Charles Lamb y Sir Walter Scott. En Alemania, la corriente se fraguó en las obras de Johann Wolfgang von Goethe, Clemens Brentano y los hermanos Grimm, y en la ideología de los filósofos Johann Gottlieb Fitchte, Friedriche Schelling, Georg Wilhelm Friedrich Hegel, y Immanuel Kant, aunque este último se asocia más con la Ilustración. El Romanticismo penetró en Francia después de la Revolución (1789-1799). Figuras importantes incluyen a François-René de Chateaubriand, Alexandre Dumas, Théophile Gautier y Victor Hugo. De hecho, el prefacio a la obra Cromwell, de Hugo, (1827) es considerado el manifiesto del movimiento.
En Estados Unidos, Edgar Allan Poe, James Fenimore Cooper y Washington Irving son algunos de los escritores románticos más destacados.
El periodo romántico en España fue tardío y fugaz. Llegó a su apogeo a mediados de los años 1830, durante la primera guerra carlista. Ya para el 1840 el Realismo había entrado en el panorama cultural.
El Romanticismo también llegó a Hispanoamérica. El indigenismo, la naturaleza y el pasado nacional de cada país son algunos de los temas que más abordaron los escritores latinoamericanos.
Exponentes principales del Romanticismo en España:
Ángel de Saavedra, el duque de Rivas
José Zorrilla
Mariano José de Larra
José de Espronceda
Francisco Martínez de la Rosa
Enrique Gil y Carrasco
Antonio Trueba
Mesonero Romanos
Gustavo Adolfo Bécquer (tardío)
Rosalía de Castro (tardío)
José Zorrilla
Mariano José de Larra
José de Espronceda
Francisco Martínez de la Rosa
Enrique Gil y Carrasco
Antonio Trueba
Mesonero Romanos
Gustavo Adolfo Bécquer (tardío)
Rosalía de Castro (tardío)
Exponentes principales del Romanticismo en América Latina:
Temas:
Exaltación del yo. Los románticos hacían hinacapié en el individualismo y el sujetivismo. De allí surgirió un interés en el interior del hombre y los misterios de la subconsciencia. El énfasis en el yo impulsa una reivindicación del gusto particular, rechazando el principio de la belleza universal.
Héroe rebelde e inconformista. Los románticos rescataron las grandes obras del Siglo de Oro, como las de Cervantes, Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón de la Barca. Los protagonistas de estas obras sirvirieron como modelo del prototipo romántico: Don Juan como el héroe rebelde y Don Quijote como el idealista y soñador.
Melancolía y desengaño. Hay un desgarro interior. Los románticos rechazaban la época que les tocó vivir, y lamentaban la injusticia del mundo y fugacidad de la vida.
Evasión. Este desencanto llevó a una tendencia evasiva. Los románticos se sentían atraídos a lo medieval, en particular lo gótico, y los lugares exóticos. También había una fascinación por lo nocturno, las ruinas, los sepulcros, lo paranormal, las tempestades, los castillos abandonados, lo terrorífico y la fantasía. Para los románticos no españoles, España era un lugar exótico. Un ejemplo es Washington Irving, quien pasó un tiempo en España y escribió Cuentos de la Alhambra (1832).
Naturaleza silvestre y hostil. A diferencia de la naturaleza domada y estilizada del Neoclasicismo, los románticos escribían sobre bosques, montañas y paisajes embravecidos. La naturaleza representaba un espacio para experiencias espirituales.
Géneros:
La oposición a las normas, una rasgo principal de los románticos, se extendió a la producción literaria. No respetaban los límites de géneros y mezclaban lo trágico con lo cómico y el verso con la prosa. En la poesía reinaba la polimetría, y en la narrativa había un interés especial en cultivar la novela histórica y el costumbrismo.